Me llamo Peio Etxarri y mi propósito cada vez que recito un poema es que cualquier persona capte la intención con la que fue escrito

Dicen de mí que consigo despertar emociones en los demás cada vez que recito un poema. Y esta es una de las razones por las que disfruto tanto con mi trabajo como rapsoda. 

Pero sin duda de lo que me siento feliz es de poder difundir un género literario con el que mucha gente cree no sentirse identificado. Y luego se dan cuenta de que la poesía no es un género inaccesible ni aburrido, sino todo lo contrario. 

La poesía puede ser muy divertida y precisamente es así como la enfoco yo. Mi particular manera de ser impregna mis recitales convirtiéndolos en un espectáculo de humor en los que el teatro se entremezcla con la poesía, como sucede en Poesicilina.

Mucha gente me pregunta cómo he terminado recitando poemas. Es curioso, pero hace años yo también tenía una imagen muy equivocada respecto a la poesía (tal vez como te pasa a ti ahora).

Por aquel entonces tenía un programa cultural de radio y empecé a entrevistar a diferentes poetas. Claro, me tenía que leer sus libros, y así es como me inicié en este género literario. 

Luego empecé a ir a recitales y me hice varios amigos poetas. Nos íbamos juntos de poteo y así empezó una bonita amistad. Un día me propusieron que fuera el que diera paso a las presentaciones en el recital y fue así como creamos el “Cuarteto de barra”. También fue ahí donde empecé a recitar poemas. 

Enseguida me di cuenta de que la gente se divertía mucho con mis intervenciones. Y también me sorprendí a mí mismo viendo que recitar me hacía feliz y me llenaba. 

Es entonces cuando mi cerebro hizo clic y pensé en crear un espectáculo que conectara la poesía con el humor. Y así es como se empezó a gestar Poesicilina, mi primer proyecto en solitario en el que se mezcla el teatro con el género poético.

Gracias a LaPiel Producciones Poesicilina es el espectáculo que es hoy. Xabier Flamarique y Jaione Urtasun se encargaron de guionizar una función que en sus inicios era prácticamente 100% improvisada. 

Crearon los diferentes personajes de la obra después de muchas horas de conversación en las que les conté toda mi vida. Cada personaje corresponde a una etapa de la vida por la que puede haber atravesado cualquier persona. El estreno de mi primera función fue el 17 de marzo de 2018.

En la actualidad estoy probando otros formatos de recital poético para que sean accesibles desde Internet. 

Durante el confinamiento se me ocurrió publicar a través del facebook de Poesicilina un video diario en el que recitaba poemas de diferentes artistas, muchos de ellos bajo petición de amigos y seguidores. 

Esta experiencia resultó muy gratificante e hizo que me diera cuenta de que muchas personas se estaban enganchando a su dosis de Poesicilina diaria. 

Y es precisamente esta experiencia la que me ha animado a darle un impulso a mi proyecto, crear esta web y ofrecer así diferentes opciones con las que seguir disfrutando de la poesía. Porque como digo en mis videos: Hay poesía para todo y para todos.